El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente diagnosticado en la población femenina mundial, solo después del cáncer de piel. Afecta a una de cada ocho mujeres en el mundo. Puede presentarse también raramente en hombres, sin embargo más del 99 por ciento de los casos se presenta en mujeres.
El cáncer de mama se origina cuando las células del epitelio glandular se reproducen de forma descontrolada y veloz, como consecuencia de mutaciones o cambios anormales en los genes que regulan el crecimiento de dichas células, formando un tumor que puede ser maligno cuando las células presentan la capacidad de crecer y viajar a través de la sangre y vasos linfáticos alcanzando a otras partes del cuerpo, donde pueden propagarse y adherirse causando la metástasis.
El cáncer de seno (o cáncer de mama) es el tipo de cáncer más frecuente diagnosticado en la población femenina mundial, solo después del cáncer de piel.
Normalmente este tumor puede ser observado a través de una ecografía, mamografía o puede palparse como una protuberancia, en forma de pequeña masa o bulto, en el seno. No obstante, algunos tipos de cáncer pueden no formar esta protuberancia, e incluso muchas veces pueden detectarse en una etapa inicial, antes de poder palparse.
Es importante destacar que no todos los tumores o bultos en los senos son malignos.
Es importante destacar que no todos los tumores o bultos en los senos son malignos. De hecho, la mayoría no lo son, muchos suelen ser crecimientos anormales que no invaden otros tejidos ni se propagan fuera de las mamas y no ponen en peligro la vida de la paciente.
Tumores benignos
A estos se les conoce como tumores benignos y no son considerados cancerosos. Sin embargo, estos sí pueden llegar a incrementar el riesgo de padecer cáncer de seno. Por esta razón, es de suma importancia que ante cualquier bulto o alteración que se sienta en la mama la paciente acuda inmediatamente a ser examinada por un profesional médico especialista en la mama.
Afortunadamente, los índices de supervivencia del cáncer de mama se han elevado a través de los años, gracias en gran parte a la detección más temprana, y a los nuevos enfoques y evolución del tratamiento.
Síntomas del cáncer de mama
A menudo, los síntomas o signos iniciales del cáncer de mama tienen que ver con alteraciones en el seno, especialmente con la aparición de un pequeño bulto, aunque se debe aclarar que la mayoría de estos nódulos pueden no ser cancerosos, aunque siempre es necesario que un especialista sea quien lo determine.
Estos son los síntomas ante los cuales se debe estar en alerta:
- Bulto o nódulo mamario que se palpa más firme que el resto de los tejidos alrededor y no disminuye de tamaño
- Alteraciones en la forma, el tamaño o la apariencia del seno
- Retracción o hundimiento del pezón (pezón invertido) y molestias en el mismo
- Secreción repentina en una o las dos mamas, sobre todo cuando se trata de sangre
- Aumento del grosor y endurecimiento de la piel de la mama, semejante a la cáscara de la naranja, la llamada “piel de naranja”
- Irritación, descamación y formación de costras en algún área de la piel de los senos
- Inflamación y enrojecimiento de las mamas
- Dolor que no desaparece en alguna parte o todo el seno
Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas lo ideal es consultar al especialista inmediatamente para descartar cualquier afección.
Causas del cáncer de mama
El cáncer de seno siempre es producido por una anomalía genética. Dentro de estas, solamente entre un 5 y un 10 por ciento de los casos son causados por una anomalía heredada de la madre o el padre, o están ligados a mutaciones de genes que se pueden transmitir por el vínculo familiar de generación en generación.
Entre el 85 y el 90 por ciento de los casos de cáncer de mama son originados por anomalías genéticas relacionadas al proceso de envejecimiento y al ritmo de vida.
Una cantidad de genes mutados heredados pueden incrementar considerablemente la probabilidad de padecer cáncer de mama, al igual que cáncer de ovario. Si se tienen antecedentes familiares de primer grado de cáncer de seno u otros tipos de cáncer, los especialistas recomiendan realizarse análisis para poder identificar las mutaciones específicas de los genes que se transmiten a través de las generaciones.
Sin embargo, entre el 85 y el 90 por ciento de los casos de cáncer de mama son originados por anomalías genéticas relacionadas al proceso de envejecimiento y al ritmo de vida. Aunque al igual que otros tipos de cáncer, las causas que provocan el cáncer de mama no se conocen, diversos estudios e investigaciones han indicado que tanto factores hormonales, factores ambientales, así como los hábitos y estilo de vida de cada persona pueden incidir y elevar el riesgo de padecerlo.
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