La menopausia es el periodo de transición en la vida de una mujer que va desde la etapa reproductiva hasta la no reproductiva, con el cese de la menstruación y se registra entre los 45 y los 50 años de edad. Durante este periodo, el ciclo menstrual empieza a ser menos regular hasta desaparecer, debido al cambio en los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona en el cuerpo.
Dichas hormonas tienen como función principal mantener en buen estado la salud del útero y lograr el embarazo, sin embargo, también ayudan a mantener los niveles de colesterol en la sangre y al fortalecimiento de los huesos, por lo tanto, cuando su nivel se reduce el cuerpo sufre una especie de descompensación.
Este es un momento delicado para la mujer tanto en el aspecto físico como psicológico y social, pues comienzan a incrementarse los síntomas y trastornos propios de esta etapa, como sofocos, la incontinencia urinaria, crisis de ansiedad, problemas cardiovasculares, riesgo de osteoporosis, entre otros, que pueden afectar su calidad de vida.
Ante esto, es importante que al entrar en la menopausia la mujer adopte hábitos de vida saludables, poniendo en práctica una serie de sencillos pero efectivos cuidados que le ayudarán a mantener una buena salud y que a la larga serán determinantes no solo en este período sino el resto de su vida.
La menopausia no debe ser vista como una enfermedad, sino como un conjunto de cambios el cuerpo a los cuales la mujer puede adaptarse con naturalidad.
Para ello sugerimos las siguientes recomendaciones:
Mantener una alimentación adecuada
Durante la menopausia las mujeres suelen tener una mayor tendencia a subir de peso, ya que se elentece su metabolismo por la falta de estrogenos, por lo que es necesario llevar una dieta equilibrada, sin excesos de grasas y dulces, y aumentar el consumo de frutas y verduras, ya que si se exceden las calorías recomendadas es más probable desarrollar sobrepeso, e incluso obesidad. Se aconseja consumir alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales, así como alimentos ricos en omega 3 con el fin de combatir el incremento de los niveles de triglicéridos y colesterol.
Hacer ejercicio físico
Aunque la actividad física es importante durante toda la vida, en la menopausia resulta elemental. Hacer ejercicio físico habitualmente no solo favorece a mantener el peso ideal, sino que ayuda a fortalecer los músculos y mantener la densidad mineral ósea disminuyendo el riesgo de osteoporosis. Igualmente contribuye a mejorar la circulación y los niveles de colesterol. Se puede realizar cualquier tipo de actividad o deporte, incluso caminar es un ejercicio completo y eficaz para prevenir la osteoposrosis, así que no hay excusas.
Prevenir la osteoporosis
Esta patología es uno de los efectos negativos que pueden aparecer en la menopausia. Las mujeres presentan mayor tendencia a perder masa ósea y mayor predisposición las fracturas. Aunque una dieta rica en lácteos ayuda, no siempre es suficiente por sí sola para conseguir los niveles necesarios de calcio y vitamina D, fundamentales en este período. Se aconseja el consumo de suplementos vitamínicos y minerales para obtener suficiente de estos dos componentes. Para sintetizar la vitamina D se recomienda la exposición al sol durante al menos 15 minutos por día. Caminar a la vez que se toma el sol es una excelente idea.
Evitar hábitos tóxicos
El exceso en el consumo de bebidas alcohólicas, café o el hábito de fumar, aumentan los factores de riesgo cardiovascular en esta etapa y además contribuyen al desarrollo de la osteoporosis. Para una salud óptima es necesario que la mujer evite (o disminuya) estos hábitos tras la menopausia.
Llevar una vida sexual activa y satisfactoria
Aunque la disminución de hormonas puede afectar esta actividad, la menopausia no representa el fin de las relaciones sexuales, pues la capacidad sexual no depende de la reproductiva. En esta etapa puede mermar el deseo y la vagina sufre cambios que pueden dificultar el coito, sin embargo los especialistas recomiendan diferentes remedios para mejorar la sequedad vaginal y facilitar las relaciones. Además, mantener relaciones sexuales regularmente ayuda a evitar la atrofia vaginal.
Revisión médica periódica
En esta etapa es importante no descuidar la revisión ginecológica anual ya que aumenta el riesgo de padecer procesos oncológicos.
Relajarse y pensar en positivo
Aplicar técnicas de relajación como el yoga o la meditación puede tener buenos efectos como la disminución de la tensión y la ansiedad o una mejor concentración y memoria, evitando el estrés y descontroles que puede presentar la mujer en la menopausia. Además, contribuirá a potenciar los pensamientos positivos, ayudando a enfrentar de mejor manera cualquier dificultad y mejorando su salud emocional y su bienestar general.
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